Entradas populares

lunes, 20 de febrero de 2017

La lucha del esclavo

Se alzan los gritos, comienza la luz. Escucho las puertas abrirse poco a poco a punto de empezar el show de miles de sádicos a los que en este momento llaman ciudadanos. Tengo unas armas que no se si debo utilizar, y ninguna armadura que cubra mi pecho. ¿Mis músculos serán lo suficientemente fuertes para soportar las estocadas de mis rivales? Las puertas se abren, las ovaciones se hacen mucho más sonoras. Por un momento creo que son para mí, pero mi rival está ya en la arena animando al público. Armas en mano, brillantes colores y lo que parece una especie de armadura ligera ajustada. Parece que él lleva tiempo también aquí luchando. ¿Le obligarán también? Parece que lo disfruta, aunque puede ser su manera de escudar su propio dolor emocional por estar aquí atrapado… aunque no lo parece.
Me ha lanzado una primera mirada asesina, con chulería y desdén, cree poder conmigo con una gran facilidad, y así lo creo yo también dado mi estado actual.
Me alejaron de mi familia, me quitaron todo lo que quería, si es que tuve tiempo de tener algo que querer. Realmente creo que me hicieron nacer para estar aquí. Mi pueblo nunca fue querido para otra cosa.
Esos ciudadanos, sádicos y cuyos ojos parecen inyectados de sangre me miran fijamente, todos me parecen unos psicópatas. Ninguno conoce mí nombre, mi historia.
Tampoco la sabrán nunca.
Puedo oler la sangre que ha sido derramada en este lugar, sé que otros de mi pueblo, de mi gente, han perecido aquí. Quiero llorar, quiero vengarme pero no quiero luchar. Esta arena puede hacerte dudar de todo, solo quieres sobrevivir.
Entre tanto pensamiento veo a mi rival provocándome, guarda su arma, como si no la necesitara y me provoca. Solo 1 puede salir vivo de aquí, eso parecen dictar las normas. Es curioso, me han traído aquí, y no se ni siquiera que quieren de mí. Todos a los que se llevaron no volvieron. Miro a mi enemigo con suplica, desesperanza. No quiero luchar, pero el sigue provocando. La rabia de mis antecesores que han muerto aquí empieza a poseerme, y cargo yo mismo contra él, pero parece que ha sido entrenado en combate y me esquiva con facilidad. Intento luchar contra lo que me pide el cuerpo, no quiero matarlo, pero mi mente esta nublada. Llevo días sin comer ni beber nada, estoy débil. Apenas he dormido, mis ojos se ciegan por la luz del sol entre las nubes. Esta atardeciendo pero el sol aun duele, sobre todo porque llevo al menos 4 días sin ver ninguna luz.
No puedo con él… Estoy demasiado cansado, y él está entrenado en combate, no puedo más. No he podido darle ni una sola vez, aunque en parte me alegro, no quiero tener el peso de la muerte de alguien sobre mí. No tardaré en desfallecer.
Han abierto unas puertas nuevas, vienen más guerreros. No entiendo porque no se atacan entre ellos… ¿Será que soy el objetivo del macabro espectáculo de hoy?
Me atacan entre todos, cada vez duele más. Intento huir pero cada vez me parecen más grandes. Me fallan todos los músculos, se me nubla la vista aún más, sé que no duraré mucho más sobre la arena.
Finalmente caigo al suelo, y estos nuevos guerreros se apartan, dejándome solo contra mi rival. Esto es anti-natural, estaba en unas condiciones físicas mucho mejores que las mías, no tenía ni que esforzarse, casi parecía un juego para él ¿Y aun así se trae refuerzos? En fin, ya da igual, no creo que dure mucho más esto…
Pide ovaciones al público. Realmente me dan asco, tanto él como todos estos espectadores aclamando que termine conmigo. Ningún músculo me responde, me falta demasiada sangre, apenas puedo respirar. Levanta su arma y…



Ahora te hablo a ti, lector. Mi vida se ha acabado, y tú has leído mi batalla final. Como fui esclavo, como me torturaron hasta la muerte… esto es inhumano…
Esto se dejó de hacer hace largos años a los gladiadores, dejaron de tener que luchar siendo esclavos de los ciudadanos hace muchos años.
Entonces… ¿Por qué yo no? ¿Por qué yo sigo intentando luchar por mi libertad?

Ah, ya, pensaste que era un gladiador más, claro, no podías sentir tal empatía hacia un toro que cuenta su historia, su final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario